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En Residencial Sant Gervasi Parc, siempre estamos en busca de nuevas formas de mejorar la experiencia de nuestros residentes en el centro. Desde enero de 2023, hemos incorporado una actividad que ha transformado la rutina de muchos de ellos: el yoga en silla. Esta práctica adaptada a las personas mayores no solo ha traído beneficios físicos, sino que también ha fomentado la interacción social y el bienestar emocional, creando un espacio único dentro de nuestra residencia.
El inicio de una idea inspiradora
El proyecto de yoga en silla nació gracias a María, una psicóloga y profesora de yoga, además de vecina del barrio, que al pasar frente a nuestra residencia, se imaginaba lo positivo que sería ofrecer sesiones de yoga a nuestros residentes. Su intuición no podía haber sido más acertada. Cuando nos propuso la idea en enero de 2023, nos cautivó de inmediato, y hoy, casi dos años después, seguimos disfrutando de estas sesiones que han marcado la diferencia en la vida de nuestros residentes.
María nos cuenta en su página web, The Senior Yogi, que su enfoque es adaptar las posturas de yoga tradicionales a las capacidades y limitaciones articulares de las personas mayores. Este enfoque ha sido clave para que nuestros residentes, muchos de los cuales nunca habían practicado yoga antes, pudieran disfrutar de todos sus beneficios.
Una actividad pionera en Barcelona
Gracias a María, Residencial Sant Gervasi Parc fue la primera residencia en Barcelona en ofrecer yoga en silla de manera regular. Esta actividad innovadora captó la atención de varias residencias en la provincia de Barcelona y Madrid, que han seguido nuestro ejemplo.
El yoga en silla comenzó con estiramientos sencillos y posturas adaptadas, siempre teniendo en cuenta las limitaciones físicas de los residentes. A lo largo del tiempo, las sesiones han evolucionado, incorporando ejercicios en bipedestación que trabajan el equilibrio, un aspecto crucial en la prevención de caídas y mejora de la movilidad en las personas mayores.
Beneficios que van más allá de lo físico
La terapia no solo ha permitido que nuestros residentes mejoren su flexibilidad y fuerza, sino que también ha creado un espacio de calma y reconexión. Durante las sesiones, los participantes pueden enfocar su atención en sus movimientos y las sensaciones que estos les producen, alejándose del ruido externo y encontrando un momento de paz interior.
Uno de los aspectos más destacados de las sesiones es el tiempo dedicado a la relajación guiada al final de cada clase. Este momento de calma es altamente apreciado por los residentes, quienes encuentran en él un respiro necesario del ajetreo del día a día.
Una comunidad en crecimiento
El yoga en silla es una actividad cerrada, es decir, solo participan aquellos residentes que muestran un interés genuino. Esto ha permitido la formación de un grupo fijo que ha ido creciendo y fortaleciéndose con el tiempo. Al principio, los participantes se mostraban algo reservados, pero con el tiempo, no solo han mejorado físicamente, sino que también han comenzado a interactuar más entre ellos, compartiendo sus experiencias, comentando lo que les cuesta y lo que les resulta más fácil.
Este grupo ha creado una dinámica de apoyo mutuo, donde el progreso de cada uno es celebrado por todos. Esta interacción social es fundamental para el bienestar emocional de nuestros residentes, quienes disfrutan de este espacio no solo como una actividad física, sino como un momento para conectar con los demás.
Si estás interesado en conocer más sobre esta actividad o sobre otras actividades que llevamos a cabo en nuestra residencia, te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales y a visitar la página web de María, The Senior Yogi, donde podrás encontrar más detalles sobre los beneficios y objetivos del yoga para personas mayores.
Aquí podrás ver unos vídeos de cómo llevamos a cabo esta actividad. Este vídeo lo grabamos al inicio del proyecto, y este, para celebrar el Día del Yoga.
