El inicio del año es un momento fantástico para planteamos de qué manera podemos aportar más valor a la vida de nuestros residentes. La vida en Sant Gervasi Parc está llena de posibilidades que responden a necesidades concretas de nuestros residentes. Necesidades físicas, médicas, culturales, sociales, creativas, emocionales, intelectuales, sensoriales y espirituales.
Uno de nuestros mayores restos es poder dar respuesta a esas necesidades de manera individual. Comprendiendo que da significado a la vida del residente y cuál es su proyecto de vida.
Es, desde esta perspectiva que gestionamos las actividades que realizamos. Actividades que proponen el aprendizaje como herramienta de estimulación cognitiva. La interacción intergeneracional como transmisor de valor y reconocimiento. Las salidas como conexión hacia el mundo exterior. Los juegos lúdicos como excusa para divertirnos y hacer amigos. Los debates para mantener el espíritu crítico desempolvado. La música como trampolín emocional. La actividad física como tonificante vital.
Cada una de las posibilidades reafirma la certeza que el paso de los años no significa la renuncia a la vida. Que la longevidad no comporta solo carencias. Que la participación nos reconforta. Este año recién estrenado, despliega ante nosotros la posibilidad de ofrecer una experiencia de enriquecimiento y bienestar.